La creación de un Banco de Obras Contemporáneas de autores andaluces, la defensa de la autoría emergente y de la mujer, la reivindicación del autor y del dramaturgo y la necesidad de un Congreso Andaluz de Teatro, fueron algunas de las conclusiones del II Encuentro de Autoras y Autores Andaluces celebrado ayer en Málaga organizado por ARESAN y con la colaboración de la Fundación SGAE.
“Hay estructuras invisibles en el aire que dan lugar a ideas, pensamientos… y nuestro trabajo está en verlas y hacerlas corpóreas, no solo escribir historias. Cuantas más encuentras esas estructuras, más acceso tienes y puedes ver espejismos.”
“Al autor andaluz se le trata con desconfianza. Iré más lejos: Creo que no se trata bien al autor contemporáneo. Y no porque seamos caros: somos el 10% de taquilla, es muy barato. Lo que pasa es que a los programadores no les gustamos. Solemos ser más críticos, menos fáciles, o a saber.”
“Ya no está de moda invertir en Cultura.”
“Deberíamos diferenciar entre autoría y dramaturgia. Una exposición tiene dramaturgia, por ejemplo.”
“Ni en España ni en Andalucía existe, prácticamente, la figura del representante de autores.”
Éstas podrían ser líneas de una obra de teatro que tratara la realidad del autor en Andalucía. Son, en efecto, parte del diálogo que se vivió ayer en el salón Rossini del Teatro Cervantes de Málaga. Convocados por la Asociación de las Artes Escénicas de Andalucía (ARESAN), promotora de los Premios LORCA del Teatro Andaluz, y con la colaboración de la Fundación SGAE y el Teatro Cervantes del Ayuntamiento de Málaga, veintitrés autoras y autores debatieron durante toda la jornada los pormenores de su profesión y sus realidades personales, muy distintas por edad, experiencia y lugar en el que vivían.
En este II Encuentro participaron Alfonso Zurro, Gracia Morales, Antonio Álamo, David Montero, Ana Graciani, Emilio Goyanes, Antonio Meliveo, Luis Felipe Blasco, Pablo Bujalance, Sergio Rubio, Pablo Díaz, Samuel Pinazo, Aurora Mateos, Adelardo Méndez, Juan Arjona, Borja de Diego, Nacho Gómez, José Luis de Blas, Antonio Miguel Morales, José Moreno Arenas, Juan Corpas, Pablo Canosales, Beatriz Mori y Javier Paisano como moderador.
El plenario partió del documento que el año anterior reivindicaba la puesta en marcha del Centro Andaluz de Teatro como un proyecto claro, a largo plazo y que apoye y asuma la creación dramática contemporánea andaluza; la recuperación por parte de la Consejería de Cultura del premio Romero Esteo y su ampliación con otros galardones que potencien la autoría teatral tanto emergente como la realizada por la mujer; la inclusión de la dramaturgia andaluza en el contenido lectivo de las Escuelas Superiores de Arte Dramático; la creación de una red de lecturas dramáticas periódicas a nivel autonómico y la vuelta a la edición en papel de obras contemporáneas de dramaturgos andaluces para mantener una colección ‘editada’ de las obras de teatro que conforman la historia del teatro andaluz.
Tras una sesión matinal en la que los autores aprovecharon para conocerse’ y descubrir los lazos de unión que existían entre ellos llegó el momento de intentar dar pasos para que su trabajo saliera de la ‘invisibilidad’ en la que se sienten, en gran parte, sumidos. Como primer paso para reparar esa realidad, los autores reclamaron la puesta en marcha de un Banco de Obras Contemporáneas que sirva para visibilizar su trabajo y poner en contacto a los autores con las compañías de teatro. Sugirieron que podría coordinarse desde el Centro de Documentación Teatral dependiente de la Junta de Andalucía. Fueron, también, muchas las voces que plantearon la necesidad de convocar un Congreso de teatro a nivel de Andalucía que abriera nuevas líneas de trabajo y mirase hacía delante.
Con ánimo muy positivo, los creadores andaluces analizaron los pormenores de la profesión y del sector, la situación de la dramaturgia andaluza, su visibilidad y consideración dentro de las artes escénicas. También se adentraron en sus relaciones con la Administración, su modo de afrontar el trabajo diario, la necesidad de unidad de estos creadores, así como sus principales demandas como miembros de compañías autonómicas y nacionales, el asociacionismo, los derechos de autor, los galardones sobre autoría teatral o las ayudas que actualmente existen para estos escritores.
Por la tarde, Miguel Gallego, responsable de producción de los Teatros Cervantes y Echegaray de Málaga, participó para explicar el proyecto Factoría Echegaray, una experiencia surgida desde el Ayuntamiento de Málaga y que dedica 200.000 euros a la producción de siete espectáculos anuales y que persigue, por una parte, la creación de público estable gracias a la programación de teatro ‘en temporada’ (obras programadas con un mínimo de tres semanas, de miércoles a domingo) y, por otra, apoyar a la profesión, directores, intérpretes y técnicos con ofertas de trabajo.
Con la firme voluntad de crear una red de comunicación entre los autores y, de esta manera, canalizar el mayor número de proyectos el II Encuentro de Autoras y Autores Andaluces dio por cerrada la Jornada de trabajo celebrada en Málaga.
